¡FELIZ DÍA DEL PERIODISTA!
Que la resistencia no sea la lucha de unos “pocos iluminados” como diría Sábato.
A él, a Rodolfo. Desaparecido en pleno ejercicio de su oficio.
A mis compañeros de lucha, a Matías, a mis colegas de Alrededores y a los que se van sumando a uno de mis tantos “oficios terrestres”, y a todos los periodistas de ayer, de hoy y de siempre va este cálido homenaje…
Porque muchas veces somos VOZ de los que no tienen voz.
Porque nos resulta difícil hallar ese lugarcito en el mundo que no esté minado de ideología, intereses políticos y corporativos.
Porque somos contestatarios y nuestro discurso contra-hegemónico no le teme al rating ni al zapping.
Porque toleramos la frustración al saber que nuestra nota no será rentable pero aún así exigimos que su capital simbólico no se devalúe en las industrias culturales.
Porque nuestro campo es multifacético: la academia, la radio, la prensa gráfica, la TV, los medios alternativos, la tertulia o un buen café en “Homero Manzi”…
Como decía Walsh, nuestro “violento oficio de escribir” hoy ya no empuña una “remington”. Hoy, nuestra mejor “arma” es una computadora, una cámara y por qué no, pluma y papel… Y ahí, estamos una vez más: esta “especie rara” en pie defendiendo derechos universales amenazados como la libertad de expresión, la libertad de prensa y hasta la vida misma en plena democracia…
Bs. As. 7 de junio de 2009.
Andrea Prestía
Que la resistencia no sea la lucha de unos “pocos iluminados” como diría Sábato.
A él, a Rodolfo. Desaparecido en pleno ejercicio de su oficio.
A mis compañeros de lucha, a Matías, a mis colegas de Alrededores y a los que se van sumando a uno de mis tantos “oficios terrestres”, y a todos los periodistas de ayer, de hoy y de siempre va este cálido homenaje…
Porque muchas veces somos VOZ de los que no tienen voz.
Porque nos resulta difícil hallar ese lugarcito en el mundo que no esté minado de ideología, intereses políticos y corporativos.
Porque somos contestatarios y nuestro discurso contra-hegemónico no le teme al rating ni al zapping.
Porque toleramos la frustración al saber que nuestra nota no será rentable pero aún así exigimos que su capital simbólico no se devalúe en las industrias culturales.
Porque nuestro campo es multifacético: la academia, la radio, la prensa gráfica, la TV, los medios alternativos, la tertulia o un buen café en “Homero Manzi”…
Como decía Walsh, nuestro “violento oficio de escribir” hoy ya no empuña una “remington”. Hoy, nuestra mejor “arma” es una computadora, una cámara y por qué no, pluma y papel… Y ahí, estamos una vez más: esta “especie rara” en pie defendiendo derechos universales amenazados como la libertad de expresión, la libertad de prensa y hasta la vida misma en plena democracia…
Bs. As. 7 de junio de 2009.
Andrea Prestía
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